Ser operario de una máquina no se reduce a subirse a la misma, conducirla, “mover palancas” y bajarse.
Un operario calificado sabe en primer lugar cómo funciona la misma en base a prepararse y aprender constantemente. Conoce cómo funciona el motor y los diversos sistemas que involucran su funcionamiento (sistema de admisión y escape; eléctrico, refrigeración, lubricación, hidráulico) lo cual le brinda la base para cuidar la máquina y resolver eventuales desperfectos, ya sea resolviéndolos por sí mismo o derivándolos a quien corresponda.
Antes de ascender a una máquina por ejemplo realiza el chequeo diario preventivo; programa y ejecuta el engrase que los equipos requieren y ayuda a resolver posibles situaciones que se puedan presentar y que puedan afectar la operación antes de comenzar las tareas.
Recién a partir de allí y de saber cual es el plan de actividades para la jornada es que realiza la programación de tareas específicas, en contacto con los responsables de la máquina o de la Obra, pasando a partir de allí a la fase de operación.
Una vez finalizado el trabajo informa sobre la situación del equipo en las correspondientes tablas diarias para su mantenimiento preventivo (cantidad de horas para programar cambio de filtros y aceite, situación de mangones, neumáticos, u otros aspectos que puedan afectar el normal funcionamiento de la máquina)
Operar un equipo en forma segura involucra además características personales que el operario debe exhibir en su forma de ser de tal modo que permita que la empresa o la persona propietaria de la máquina confíe en que la trabajará eficientemente, además de cuidarla como corresponde y conducirla en forma responsable.
Nuestras capacitaciones abordan por lo tanto aspectos operativos y actitudinales, los cuales se tratan en conjunto con los y las participantes. Para lograr ese objetivo se trabaja con grupos reducidos, con un enfoque muy personalizado por parte de instructores especializados con muchos años de experiencia como operarios y docentes.